Ryota Miyagi es el personaje menos desarrollado en el anime y manga de “Slam Dunk”. Es de quién menos sabemos del quintento de Shohoku más allá de ser problemático y su motivación amorosa por Ayako; eso era hasta ahora. Porque la película “The First Slam Dunk” es una vuelta de tuerca o reinvención de la propia obra de Takehiko Inoue, una suerte de línea temporal paralela dentro del mismo multiverso de los rojo y negro, magistralmente ejecutada en el partido más importante –y esperado- de la saga.
Escrita y dirigida por Inoue, este film revisa los acontecimientos que hay en el épico encuentro entre Shohoku y Sannon, David versus Goliat, ese versus que fans nunca pudimos ver en la pantalla; pero bajo el foco y narración de uno de sus jugadores, que no es ni el “talentoso” pelirrojo ni el zorro Rukawa, es sobre quien tiene “7” en la espalda, y por qué lo tiene: Ryota Miyagi. Apuesta y riesgo que solventa uno de los grandes pilares de la obra de Takehiko, donde todas y todos podemos ser protagonistas e imperfectos, y el deporte, en este caso el basketball, es el arma para sobrevivir. Dando a conocer el pasado y presente del “más rápido de Kanagawa”, uno que conecta con su hermano, la pérdida, la incomunicación familiar y la salud mental; yendo y viniendo a la cancha en un partido donde coralmente todos los personajes hacen sinergia con el pequeño base del equipo, para afrontar sus fantasmas e intentar superarlos. Aparte de empalmar con “Piercing” (1997), one shot escrito y dibujado por Takehiko que nos relataba sobre la infancia de un niño muy parecido a Ryota.
Es decir “The first Slam Dunk” es el notable ejemplo de cómo resignificar y hacerse cargo de los temas actuales, desde una franquicia que se sustenta en la nostalgia y esos lejanos 90. Y lo hace, en guion y narrativa visual, increíblemente. Con el soporte técnico de Toei Animation, este film nos inserta en el gimnasio, en las gradas, en la vorágine del partido siendo un barrabrava más; festejando los puntos y sufriendo por los nervios contra reloj. Todo potenciado por una banda sonora que va entre la fuerza rockera y la sutileza de un piano; dribleando frenéticamente en cómo detenemos al número 1 de Japón, Sawakita y compañía; o cómo nos emocionamos con los hermanos Miyagi en las calmas olas de Okinawa como escenario. Imperante es leer los tomos del manga que testifican este partido y final de la historia de la franquicia; no para comparar, sino para complementar el maravilloso trabajo de Takehiko Inoue en crear un universo y sus personajes desde diferentes puntos de vista y pulsiones. Además de vincular referencias y entender el corazón de “Slam Dunk” en esencia y estética. Pues lógicamente hay sucesos y textos que verás en el manga y no en la película, y viceversa; pero todo está finamente calibrado para que así sea, funcionando por sí solos como también en unificación. “The first Slam Dunk” es un imperdible en las butacas, y obviamente también en sus páginas; las que en este caso puedes encontrar ¿dónde? en Nube Cómics.
No recuerdo presenciar un público tan metido y extasiado en una sala de cine desde el 2019. como cuando todos acudíamos en masa a ver “End Game” Como bien dice el amigo Chaya, es fundamental ver los últimos tomos de Slam Dunk para llegar más fresquito a disfrutar la cinta.
Algo que puedo añadir, es que me sorprendió gratamente. es el desarrollo de personaje de todos, sumado al tono y estilo, brindando un tono más serio y dramático logran equilibrar la historia con tonos de comedia, algo característico de Slam Dunk.